Tal y como he dicho en la presentación, a parte de mi padre, puedo decir también orgullosa, que ha surgido en mi camino, otro estusiasta de las miniaturas, y de todo lo que vea él, que podría hacer con sus manos, y en sus ratitos libres. Se reta a sí mismo, puesto que nunca había hecho cosillas así, y el resultado de tal empeño, es que me deje siempre con la boca abierta, y con el pecho henchido de orgullo. Le tengo unos trabajitos encargados, y sé, que hasta que no los haga, no estará tranquilo. Es mi chico, el que me empuja cuando estoy cansada, el que me calma cuando algo me altera, el que me hace feliz, da igual el día que sea.
viernes, 24 de abril de 2009
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